Puede ocurrir que algunos políticos se comporten como unos charlatanes de feria y engañen al electorado con grandes palabras, para luego comportarse al revés de lo que muchos de sus votantes esperaban, porque al emitir su voto pensaban en el futuro como si fuesen adivinos o augures, en vez de examinar el pasado de los aspirantes a gobernar y actuar en consecuencia, escribe el periodista Ramón Pi.
Una sociedad se puede organizar democráticamente de varias maneras; república o monarquía, un Parlamento unicameral o bicameral, una organización del territorio unitaria, federal o confederal, unas elecciones mayoritarias, proporcionales o mixtas; mientras haya elecciones libres y periódicas, prensa libre y jueces independientes, la democracia está asegurada. Se pueden falsificar las elecciones,dice Pi, pero no se puede enmascarar la libertad de información y opinión ni la independencia de jueces y magistrados. Abraham Lincoln dijo que se puede engañar a algunos todo el tiempo, o a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.
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