Cuenta Patxi Bronchalo que “la experiencia de haber hablado con varias personas con atracción al mismo sexo que han participado en el desfile del orgullo LGTB me lo dice; en esta fiesta hay mucha gente muy rota, personas con heridas muy profundas. Un chico me decía una vez que el desfile era como en un auténtico “mercado de carne”, se sentía muy bien vitoreado por la multitud que aplaudía su cuerpo, pero el vacío del corazón volvía cuando todo acababa. Otro chico me hablaba de cómo muchos hombres con el corazón roto entraban a este mundo con la esperanza de encontrar sentido a sus vidas, la mayoría terminaban usándose los unos a los otros en busca de algo de cariño y afecto, para acabar más rotos que al principio. Estoy seguro de que muchos de esos corazones rotos están buscando un amor que sane y cure todo”.
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