En el año 794 Roma excomulga al obispo de Toledo. Bajo Alfonso II el Casto(791-842), la monarquía asturiana creó un sistema eclesiástico independiente de Toledo, afirmando así la especial identidad de Asturias y la legítima autoridad de sus instituciones como herederas del reino visigodo. No era posible sostener la riqueza, el refinamiento y la erudición de la Iglesia visigoda en el pequeño y atrasado reino de Asturias, pero la intensidad de la fe religiosa entre los primeros asturianos no es motivo de duda. Se trataba de una fe simple, marcial, prenacional,que no implicaba ninguna vacilación ni permitía ninguna excepción. Pueden documentarse en las crónicas algunos casos en que habitantes ordinarios de los pueblos o campesinos se unieron para castigar a frailes considerados culpables de conducta inmoral.
El clero asturiano produjo al primer intelectual español de categoría, el monje Beato de Liébana, nacido hacia la mitad del siglo VIII. Escribió el primer bestseller español, pues sus Comentarios sobre la Apocalipsis se copiaron muchas veces durante los dos siglos siguientes.La monarquía asturiana adoptó pronto como objetivo la recuperación de la independencia política y la restauración de su identidad cristiana. Al llegar al siglo IX, las crónicas hablaban de la lucha religiosa contra los sarracenos como principal motivo de los combates fronterizos.
En la segunda mitad del siglo IX comenzó a surgir en Asturias una arquitectura religiosa característica. El palacio de Santa María de Naranco y la iglesia de San Miguel de Lillo, cerca de Oviedo, son las mejores muestras de lo que se llamado el prerrománico asturiano.
Referencia:El catolicismo español de Stanley G. Payne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario