Rusia lanzó a finales del año pasado Africa Corps. Supone la paulatina transformación de una empresa de seguridad privada en un elemento más dentro del sistema de seguridad ruso. El grupo no responde a más intereses que los de Moscú a través del Ministerio de Defensa y los servicios de inteligencia. En un entorno clave de la geopolítica mundial donde confluyen disidencias armadas, terrorismo, tráfico de ilícitos de todo tipo e inmigración irregular, Rusia ofrece todo lo que un régimen necesita, armas, seguridad y protección en los foros internacionales, asegura Jesús Romero Cote, experto en Relaciones Internacionales y colaborador de Africa Mundi.
Putin ha negado que esté tratando de expulsar a Occidente de África, pero las evidencias están ahí. A la salida de Francia y Estados Unidos de Malí, Burkina Faso o Níger ha seguido la llegada de personal ruso. A través de la ayuda militar y el apoyo a las nuevas iniciativas de seguridad como la Alianza de Estados del Sahel (AES) Moscú se ha ganado la lealtad y confianza de las juntas. A cambio de su asociación con Rusia, las juntas militares y regímenes como el de Touadéra en República Centroafricana se garantizan un aliado fuerte, pero, sobre todo, su supervivencia en el corto y medio plazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario