lunes, 6 de mayo de 2024

La persona está capacitada para advertir lo que es bueno en si mismo y la belleza

El animal únicamente percibe lo que es bueno y malo para él y actúa en consecuencia, persiguiendo su propio provecho y alejándose de cuanto pudiera dañarlo. La persona está capacitada para advertir lo que es bueno en si mismo, aunque a ella en determinadas circunstancias no le reporte ventaja alguna; y, como consecuencia, puede también captar lo bueno para los demás, y procurarlo, fomentarlo, darle vida, aun cuando para ella resulte más bien fuente de molestias o incluso de perjuicios. Y algo similar cabría sostener de la belleza. 
La belleza es algo absolutamente imperceptible para los animales, porque carece de significado para la simple supervivencia. Y algo análogo puede decirse del bien y de lo verdadero en cuanto tales. Como no guardan una relación inmediata con la mera conservación en el ser, con el simple sobrevivir, resultan ajenos a los intereses del animal irracional. Por el contrario, componen la referencia más clara de la existencia humana, que no consiste solo en mantenerse en el ser, sino en desplegar hasta niveles insospechados las virtualidad en él contenidas, para alcanzar lo que se califica como una buena vida, lograda, de calidad eminente, que se sitúa a distancia incalculable del existir infrapersonal. El conocimiento genuino, el amor y el deleite estético, marca la distancia infinita entre el ser humano y los animales.
Referencia: La pasión por lo real, clave del crecimiento humano….Tomás Melendo, y otros autores.


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