domingo, 26 de mayo de 2024

Se puede odiar el amor cuando éste exige salir de uno mismo para ir más allá

Benedicto XVI escribe que “todos sabemos hasta que punto Cristo es hoy signo de una contradicción que, en último análisis apunta a Dios mismo. Dios es considerado una y otra vez como el límite de nuestra libertad, un límite que se ha de abatir para que el hombre pueda ser totalmente él mismo. Dios, con su verdad, se opone a la multiforme mentira del hombre, a su egoísmo y a su soberbia”.
“Dios es amor. Pero también se puede odiar el amor cuando éste exige salir de uno mismo para ir más allá. El amor no es una romántica sensación de bienestar. Redención no es wellness, un baño de autocomplaciencia, sino una liberación de estar oprimidos en el propio yo.” 


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