Aristóteles fue el primer filósofo que se concentró de manera más sistemática en analizar la felicidad. Estaba convencido de que obrar bien, llevar una vida virtuosa y ética, era condición imprescindible para ser feliz. Sin amigos, sin afectos, pensando sólo en uno mismo, seguramente es muy difícil, si no imposible, lograr la felicidad.
"Pero, ¿se puede lograr la felicidad pensando sólo en uno mismo? ¿Puede ser la felicidad una empresa individual? Yo creo que no", nos dice Victoria Camps. De hecho, todos los filósofos consideran que tener amigos es una condición necesaria para alcanzar la felicidad. Aunque tal vez quien más haya enfatizado en ello haya sido el francés Michel de Montaigne, quien ya en el siglo XVI consideró como una de las grandes desgracias de su vida el perder a su mejor amigo. "Sin amigos, sin afectos, pensando sólo en uno mismo, seguramente es muy difícil,si no imposible, lograr la felicidad", reitera Camps. Pero, de todas las aproximaciones a la felicidad que ofrece la filosofía, ¿con cuál se queda Victoria Camps? "Con ninguna. Todas tiene algo interesante, pero también algo criticable o excesivo", subraya. "Para mí la felicidad es saber mantener las ganas de vivir, algo que no deja de ser muy spinoziano. Es decir sí a la vida, a pesar de todas las dificultades. Y eso es algo que se aprende. La suerte cuenta, claro está, pero no es sólo suerte”.
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