Curioso fenómeno este de la mentira, que afecta a todos los ámbitos de la existencia. La vida cotidiana está salpicada de falacias, de las que no se salvan ni las noticias de hoy, que son la actualidad, ni las del ayer, que constituyen la historia. Las biografías de los personajes más trascendentes están salpicadas de leyendas, propaganda e imaginación con las que se rellenan los huecos que deja el conocimiento,cuenta el periodista Santiago Tarín.
La historia es un organismo vivo que es atacado con mucha frecuencia por el virus de la mentira.
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