Escribe Paul Auster,Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006, que “las discusiones por dinero nunca son sólo por dinero. Siempre hay algo más de por medio. Lo que haces con el dinero es siempre una expresión de quién eres. Casi como un análisis caligráfico; o las huellas dactilares. Fíjese en esos individuos mezquinos, tacaños y roñosos, lo profundamente que recelan del mundo, el miedo que tienen comparados con las personas generosas, que parecen vivir para los demás tanto como para sí mismos. Luego están los derrochadores, los que tiran el dinero. No comprenden que se requiere cierta prudencia; ni excesiva ni complicada, pero sí es necesaria cierta medida de moderación”.
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