domingo, 8 de mayo de 2016

Solo un amor verdadero custodia la vida.


Juan Pablo II en su encíclica Evangelium Vitae decía que la sexualidad, riqueza de toda la persona, manifiesta su significado íntimo al llevar a la persona hacia el don de sí misma en el amor. La banalización de la sexualidad es uno de los factores principales que están en la raíz del desprecio por la vida naciente; solo un amor verdadero sabe custodiar la vida.


Estas palabras me recuerdan a las que me exponía una amiga. Después de abandonar a su novio, hace más de cuarenta años y haber abortado con la intención de irse a Ibiza “para sentir la vida”,ahora en su absoluta soledad gaditana, añora no haberse esforzado más por amar al hombre del que afirma  aun estar enamorada y deplora que después de haberle dejado nunca más se ha sentido amada, siempre se ha sentido utilizada.

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