Al volver la vista atrás, sobre una vida que fue rica en intensidad emocional y estuvo llena de ardientes momentos de éxtasis o de dicha, todo parece un sueño y una ilusión. ¿Qué son las cosas irreales, sino las pasiones que un día nos abrasaron como el fuego? ¿Qué son las cosas increíbles, sino aquéllas en las que un día creímos a pie juntillas? ¿Qué son las cosas improbables? Las que nos hicimos a nosotros mismos. No, Ernest; la vida nos engaña con sus sombras, como un maestro titiritero. La importancia de discutirlo todo (Oscar Wilde)
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