jueves, 20 de marzo de 2025

La Iglesia católica opuso una dura resistencia y condenó el racismo antijudío

La historia de las relaciones entre la Iglesia católica y el judaísmo ha atravesado momentos difíciles, de controversia, con frecuencia de conflicto, con acusaciones y ofensas recíprocas. Si bien, fue precisamente durante la difusión de las tesis racistas y de la intolerancia antijudía cuando la Iglesia se acercó más a aquellos que Juan Pablo II llamó, durante su famosa visita a la sinagoga de Roma, “nuestros hermanos mayores”. La Iglesia opuso una dura resistencia y condenó el racismo que se extendió por Europa y Estados Unidos durante los años veinte y treinta. Denunció desde el primer momento el régimen nazi, como muestra la encíclica Mit brennender Sorge, publicada por Pío XI en 1937, pero es necesario esperar al Concilio Vaticano II para que los pasos de reconciliación entre judíos y católicos lleguen a concretarse.En 1986, por primera vez en la historia, un papa visitó la sinagoga de Roma. Un hecho histórico que estableció un clima de confianza entre ambas comunidades. El cardenal Johannes Willebrands anunció su intención de escribir un documento sobre la Shoah del 31 de agosto de 1987, durante un encuentro con el Comité Judío Internacional. Al día siguiente, Juan Pablo II se mostró convencido de la importancia del texto y dio su aprobación para que comenzara la redacción.
Tullia Zevi, presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas, afirmó que “este documento corona cincuenta años de diálogo” y “demuestra el coraje de Juan Pablo II, que más que cualquier otro papa ha encontrado palabras de fuego para condenar el antisemitismo”. Zevi añadía que “la Iglesia ha dado pasos de gigante en su reflexión sobre el judaísmo en estos cincuenta años” y “Pío XII, a pesar de no haber condenado públicamente a los perseguidores, estuvo siempre muy cerca de los perseguidos, judíos o no”. Para la premio Nobel Rita Levi Montalcini, que tuvo que abandonar Italia a causa de las leyes raciales, el documento vaticano “es un acto muy hermoso”. “Estoy contenta por esta toma de posición de la Iglesia, que creo que favorecerá un nuevo diálogo”. Massimo Caviglia, director de Shalom, el mensual más difundido y acreditado de la comunidad hebrea italiana, explicaba que “creo que Pío XII no pudo actuar de otra manera, sabía que si tomaba una posición oficial contra Hitler la persecución se habría vuelto también contra los católicos. Sin embargo, en privado ayudó a los judíos, dándoles asilo en edificios eclesiásticos. También mis padres se salvaron en un convento”. Sobre el documento, Caviglia ha afirmado que “representa un paso adelante”.

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