Sevilla ha sido desde 1248 hasta 1370 la capital de Castilla, es decir, desde Fernando III el Santo hasta la muerte de don Pedro I el Cruel. Y todavía no ha sido reemplazada, porque en el comienzo del siglo XV aún no existe capital fija y la corte está donde estén los reyes. Todavía se tardará en fijar la capital en Toledo, ciudad imperial de Carlos I, y después en Madrid, la capital de Felipe II.En Sevilla se preparan los viajes a todas partes. Sevilla es la gran capital de España. A ella vienen las tres principales vías comerciales del mundo; la del Norte, desde Noruega, por ejemplo. Ya había habido incluso bodas de las familias reales de Noruega y de Castilla en tiempos de Alfonso X el Sabio. Esa línea traía a Sevilla el ámbar del Báltico, las pinturas y esculturas góticas de Alemania y de Flandes, los terciopelos de Francia, los azabaches de Galicia… Otra línea mercantil venía desde Oriente, con la seda de China, las especias de la India, los tapices de Turquía, los bronces y las porcelanas de Grecia, las armas y armaduras de Italia. Y había una tercera línea mercantil que llegaba desde el centro de África, por los puertos de Túnez y Argelia, con el marfil de los elefantes. En Sevilla se reunían ya desde el siglo XIII marinos y mercaderes de las tres partes del mundo, escribe el periodista y catedrático José María de Mena.
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