Los expertos en salud mental hablan de la adicción al sexo como una patología en aumento que afecta a todos los ámbitos de la vida de las personas que la padecen y que "lejos de ser algo gracioso o divertido" es la adicción "más tabú" y que genera más vergüenza.La adicción al sexo se da cuando una persona quiere mantener relaciones o conductas sexuales "a cualquier precio, hora y momento", un impulso que "deben" satisfacer y que supone "conductas repetidas y compulsivas" que se llevan a cabo habitualmente"con muchas personas”. Así lo explica el psicólogo valenciano Enric Valls, quien asegura que cuando la gente escucha algo relativo a la adicción al sexo dice: "¡Qué chulo y qué divertido!", una interpretación totalmente "falsa e infundada”.
La adicción al sexo genera un conflicto interno "grave" para la persona que lo padece porque supone una pérdida de control y no es algo que se elija voluntariamente. "No es un deseo que se elija, sino que es algo que tiene que hacer sí o sí" y que además "es persistente”. Esta persistencia supone que la persona que lo padece tenga que ver constantemente pornografía, por ejemplo cada noche o cada hora, ir a prostíbulos "sí o sí", o estar constantemente concertando citas en aplicaciones o webs de contactos. Se establecen unos "rituales" que es necesario cumplir "pese a la vergüenza y odio a sí mismo" que generan. La psicóloga Gracia Vinagre señala que el sexo se convierte en una droga, y "funciona con los mismos sistemas", ya que el cerebro "se comporta exactamente igual. Busca el placer de manera inmediata e impulsiva y si no tiene las cantidades que el cuerpo necesita, empieza el síndrome de abstinencia”. Los individuos experimentan una "pérdida de control" y el sexo pasa a ser "como una droga emocional" que intenta tapar una angustia "muy profunda”. En cuanto a las repercusiones, dicen los psicólogos, estas van desde las afectivas, ya que es muy complicado mantener una relación sentimental con este tipo de adicción; a las laborales, porque produce ausencias, ocultaciones y mentiras, o las económicas, porque la mayoría de estas prácticas supone gastar grandes cantidades de dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario