martes, 1 de noviembre de 2016

La religión no podía faltar al discutir cualquier gran empresa a lo largo de la historia.

Es cierto, como me comenta un contertulio, que la religión ha estado presente  en los actos importantes que ha realizado el hombre a lo largo de la historia.La religión no podía faltar en los argumentos al discutir cualquier gran empresa del siglo XVII. Como los españoles, los teóricos ingleses apelaron al sentimiento religioso y al fervor misionero. En el siglo XVII, cada compañía colonizadora de cada país europeo pretendía que la propagación del Evangelio era su causa principal. 

John Smith en Virginia decía a sus compañeros que “el ganar provincias trae aumento a la corona real, pero que el reducir gente pagana a la civilización y a la religión verdadera trae honor al Rey del Cielo”. La Compañía de la Bahía de Massachusetts declaraba que, “como la propagación del Evangelio es lo que manifestamos ser ante todo nuestro propósito, al establecer esta colonia nos hemos preocupado de proporcionarle ministros piadosos”. Sin embargo en Inglaterra, aun entre los puritanos, había mucho menos fervor misionero activo que en España, y los indios norteamericanos eran neófitos menos prometedores que sus contemporáneos mexicanos o peruanos. La costumbre exigía la inclusión de argumentos religiosos; el motivo religioso estaba siempre presente, pero por lo común subordinado.

La civilización actual ha sustituido la religión por lo que dominados "derechos humanos" a la hora de justificar sus actos. 

En el siglo XVII, cada compañía colonizadora de cada país europeo pretendía que la propagación del Evangelio era su causa principal

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