Newman |
“Un caballero es alguien que nunca inflige dolor”, dice el cardenal Newman. Un caballero, añade Lawrence Lovasikse, se fija en todos los presentes, es atento con el tímido, amable con el distante y misericordioso con el ausente. Evita sacar cualquier tema de conversación molesto o hiriente; a veces resulta aburrido. Quita importancia a los favores que hace. Nunca habla de sí mismo, excepto cuando se ve obligado a ello; nunca se defiende con acalorados argumentos, ni le gustan las difamaciones y los chismes. Procura no atribuir motivos torcidos a quienes disienten de él y, siempre que puede, lo interpreta todo en positivo; y si no puede, se calla. Un caballero nunca es mezquino ni desagradable cuando
Lovasikse |
En la vida de los seres humanos hasta un “gracias” tiene su importancia.
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