Cuenta Claudio Magris que cierto general famoso, interrogado acerca de qué había sentido cuando participaba en una célebre batalla, respondió diciendo que no había sentido nada especial “porque aquel momento no era aquel momento”. La caracterización de un momento como algo históricamente relevante es siempre posterior a los hechos. La celebridad de una batalla es un asunto de historiadores, no de militares. En el curso de la batalla, los participantes desconocen si están participando en un acontecimiento histórico o jugándose la vida por una estupidez. Es la historiografía posterior la que reparte las medallas y los papeles, la que decide quién de aquellos es ahora el traidor o el héroe, integrando unos hechos confusos en la epopeya de la historia universal…..Más importante que el estudio de una batalla que marcó decisivamente el curso de la humanidad es caer en la cuenta de que el curso de la humanidad pueda cambiar en una batalla, y que los combatientes no tienen ni idea de cuál pueda ser el curso de la historia. ( Daniel Innerarity).
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