Joseph Aloisius Ratzinger escribe en Luz del mundo que “Pablo VI tuvo proféticamente razón. Estaba convencido de que la sociedad se roba a sí misma su gran esperanza si mata a seres humanos por el aborto. ¿A cuántos niños se mata que, un día, podrían ser genios, que podrían regalar cosas nuevas a la humanidad, regalarnos a un nuevo Mozart, regalarnos conocimiento técnico? Hay que pensar cuánta capacidad humana se destruye en esto, aparte de que los niños no nacidos son personas humanas cuya dignidad y cuyo derecho a la vida debemos respetar.”
Y añade Ratzinger: “Se separan por principio sexualidad y fecundidad tal como sucede por la utilización de la píldora, la sexualidad se vuelve discrecional. Entonces, todos los tipos de sexualidad son también de igual valor. A esta concepción que considera la fecundidad como algo diferente, incluso con la posibilidad de que los niños sean producidos de forma racional y no se los vea ya como un regalo natural, siguió muy rápidamente la equiparación del valor de la homosexualidad.”………El sentido de la sexualidad es llevar al hombre y a la mujer uno hacia el otro y, de ese modo, dar a la humanidad descendencia, hijos, futuro. Es una determinación interior que está en su esencia. Todo lo demás va contra el sentido interior de la sexualidad. Tenemos que sostener esto aun cuando no le guste a la época. Se trata de la verdad interior de lo que significa la sexualidad en la estructura de la condición humana. Si alguien tiene inclinaciones homosexuales profundamente arraigadas, no se sabe hasta ahora si son realmente innatas o si surgen en la temprana infancia, y en cualquier caso si ellas tienen poder en esa persona, tales inclinaciones son para ella una gran prueba, del mismo modo como otras pruebas pueden pesar sobre un ser humano. Pero eso no significa que, por eso, la homosexualidad sea correcta.
Y añade Ratzinger: “Se separan por principio sexualidad y fecundidad tal como sucede por la utilización de la píldora, la sexualidad se vuelve discrecional. Entonces, todos los tipos de sexualidad son también de igual valor. A esta concepción que considera la fecundidad como algo diferente, incluso con la posibilidad de que los niños sean producidos de forma racional y no se los vea ya como un regalo natural, siguió muy rápidamente la equiparación del valor de la homosexualidad.”………El sentido de la sexualidad es llevar al hombre y a la mujer uno hacia el otro y, de ese modo, dar a la humanidad descendencia, hijos, futuro. Es una determinación interior que está en su esencia. Todo lo demás va contra el sentido interior de la sexualidad. Tenemos que sostener esto aun cuando no le guste a la época. Se trata de la verdad interior de lo que significa la sexualidad en la estructura de la condición humana. Si alguien tiene inclinaciones homosexuales profundamente arraigadas, no se sabe hasta ahora si son realmente innatas o si surgen en la temprana infancia, y en cualquier caso si ellas tienen poder en esa persona, tales inclinaciones son para ella una gran prueba, del mismo modo como otras pruebas pueden pesar sobre un ser humano. Pero eso no significa que, por eso, la homosexualidad sea correcta.
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