viernes, 24 de enero de 2025

El actual desconcierto en el mundo jurídico es la incapacidad para distinguir entre derechos y antojos

La persona nunca debe ser instrumentalizada
Para el profesor José María Beneyto la justicia “no es un valor ajeno a la libertad y la igualdad, sino que consiste en el ajustamiento entre libertad e igualdad”, de forma que “una libertad que no tiene en cuenta la igualdad es antijurídica por definición, sería un antojo abusivo; y una igualdad que atropelle la libertad sería un ajuste de cuentas”.El ajustamiento entre libertad e igualdad partía, señala el catedrático, de “una concepción antropológica, de lo que el hombre es y de lo que debe ser, que invita a excluir planteamientos individualistas radicales que ignoran la igualdad y de planteamientos colectivistas que ignoran la libertad”. “El actual desconcierto en el mundo jurídico” es “la incapacidad para distinguir entre derechos y antojos”; para el individualismo radical, “todo antojo es derecho”. Esa crisis antropológica “legitima que se mate a seres humanos porque son demasiado jóvenes o porque son demasiado viejos y ahí tenemos los casos del aborto y la eutanasia”.
Kant fundamentó la Ilustración en un doble imperativo: “Uno es el sapere aude (atrévete a saber), y otro es que la persona nunca debe ser instrumentalizada como medio sino que debe ser respetada como fin; pero ignoramos esto último”; de suerte que vivimos en “una época de progreso tecnológico sin ningún límite ético”.Señala José María Beneyto que “el derecho es un mínimo ético”, con dos consecuencias: “Que no tiene como objetivo hacernos ricos, sabios y santos, sino convivir pacíficamente en sociedad”; y que “ese mínimo es indispensable, y por lo tanto hay que respetarlo, sin proyectar maximalismos morales que lo ignoren”. 

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