sábado, 10 de febrero de 2024

El intercambio de favores entre prensa y empresas

Escribe David Jiménez García, que ha sido  director del periódico español El Mundo y columnista en The New York Times, en el libro El director  que “el intercambio de favores entre prensa y empresas estaba tan enraizado, desde hacía tanto tiempo, que no hacía falta descolgar el teléfono para que los directivos se cobraran su parte. En las redacciones se había interiorizado que empresas como Telefónica, el Banco Santander o el Corte Inglés eran intocables. Los Dircom del IBEX habían adquirido un gran poder sobre los medios, distribuyendo sus presupuestos en función de la influencia que atribuían a cada uno y castigando a los díscolos. A veces, ni siquiera el director conocía los detalles detrás de Los Acuerdos. Una tarde recibí la visita de un ejecutivo de La Segunda pidiéndome que retiráramos una noticia negativa sobre Mercadona, la mayor empresa de distribución del país. Cuando pregunté por qué le preocupaba tanto una noticia de una corporación que ni siquiera nos ponía dinero, me dijo: Porque lo pone. No había visto nunca un anuncio de Mercadona en nuestras páginas y había leído informaciones donde se ensalzaba el éxito de la empresa “a pesar de no invertir nada en publicidad”. No le hacía falta, la empresa pagaba a la prensa (incluidos pujantes digitales nativos que se declaraban pulcros), importantes sumas de dinero en “patrocinios” con los que lograba coberturas amables y protección ante las molestias del periodismo. Los departamentos de publicidad de los medios habían usurpado funciones a las redacciones, influyendo cada vez más en el contenido periodístico o elaborándolo directamente.”
“El mercadeo de información había contaminado incluso el mítico género periodístico de la entrevista, que ahora se ofrecía a cambio de publicidad o dinero.”



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