jueves, 27 de julio de 2023

Podriamos desembocar en espeluznantes dictaduras digitales

Yuval Noah Harari, historiador y escritor israelí, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén, escribe en su libro 21 lecciones para el siglo XXI que “una vez que los algoritmos elijan y compren cosas por nosotros, la industria tradicional de la publicidad quebrará. Pensemos en Google. Google quiere llegar a un punto en que podamos preguntarle cualquier cosa y conseguir la mejor respuesta del mundo. ¿Qué ocurrirá cuando podamos preguntar a Google: ¡Hola, Google! Basándote en todo lo que sabes de coches y en todo lo que sabes de mí (incluidas mis necesidades, mis costumbres, mis opiniones sobre el calentamiento global así como mis opiniones sobre la política en Oriente Próximo), ¿cuál es el mejor coche para mí?. Si Google puede darnos una buena respuesta, y si aprendemos por experiencia a confiar en la sabiduría de Google en lugar de en nuestros propios sentimientos, fácilmente manipulables, ¿qué utilidad tendrían los anuncios de automóviles?

Dictadura digital

“Humanos y máquinas podrían fusionarse de una manera tan completa que los humanos quizá no lograran sobrevivir si se desconectaran de la red. Estarían conectados desde el seno materno, y si más adelante eligiéramos desconectarnos, las agencias de seguros podrían rechazar asegurarnos, los patronos rehusar contratarnos y los servicios de asistencia sanitaria negarse a cuidar de nosotros. En la gran batalla entre la salud y la privacidad, es probable que gane la salud sin despeinarse”, opina Yuval Noah Harari. Y añade que “permitir a los gobiernos que nacionalicen los datos refrenará probablemente el poder de las grandes empresas, pero también podría desembocar en espeluznantes dictaduras digitales”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario