Existe un software para las empresas que necesitan procesar las llamadas entrantes. Este software permite que los que llaman sean clasificados y separados para recibir un trato diferenciado, de acuerdo con la posibilidad que presentan (o no) de mejorar los beneficios de la compañía. Los individuos que llaman y que parecen prometedores son puestos en espera pero atendidos casi inmediatamente por operadores seniors con poder para tomar decisiones en el acto. En el otro extremo, aquellos que no resultan prometedores esperará quizá para siempre, recibiendo mensajes repetitivos y aburridos intercalados entre músicas repetidas ad nauseam y con promesas grabadas de ser conectados con el primer operador disponible. Si el intruso sobrevive al trato y a la burla que esto implica, y se niega a colgar, él o ella será conectado con un operador de bajo rango sin poder alguno para resolver el problema que motivó la llamada, que suele ser una reclamación.
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