Por encima de una bofetada, por violenta que ésta sea, estoy convencida de que la bofetada psicológica que supone que alguien le diga a un niño que sus padres no lo quieren es aún peor. Puede suponer una hecatombe mucho más grave que la maldita bofetada física en la vida de cualquier niño. Lo más importante para el desarrollo de un niño, por encima de conocimientos académicos, situación económica y demás cosas que podamos necesitar los adultos, por encima de todo eso, lo que más necesita un niño es sentirse querido, escribe la ensayista y psicóloga Carmen Serrano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario