Después del éxito de los medios rusos,como Russia Today, y árabes, como Al-Jazeera, en Occidente, otro jugador internacional se dispone a entrar en la conquista mediática de Europa y América. Se trata de China. Beijing no tenía hasta ahora un medio de comunicación tan refinado como RT o Al-Jazeera, que se adaptan a los códigos occidentales y contratan periodistas europeos y estadounidenses para reforzar su imagen de imparcialidad y proximidad.
La estrategia del presidente chino Xi Jinping pasa por transmitir mejor la visión de China. Y para hacerlo quiere un canal de televisión con el que el público occidental se pueda sentir cómodo.Con este objetivo se estrenó la CGTN, la nueva rama internacional de la televisión pública china CCTV. Esta entidad está formando en Londres un equipo de 90 periodistas.El plan de los chinos es aprovechar las ventaja de la libertad de prensa en Occidente inyectando grandes cantidades de recursos a las plataformas que funcionan como altavoces.
Pero los medios de apariencia occidental e independientes no son la única forma que China utiliza para hacer llegar su mensaje. Según The Guardian, Beijing también paga títulos universitarios de periodismo, paga por la inclusión de suplementos sobre China en los periódicos de todo el mundo y organiza viajes pagados para corresponsales extranjeros.
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