Alcuino de York

Alcuino de York

Alcuino de York nació hacia el año 735, en la ciudad de York. Fue presentado a Carlomagno en el 781 en Pavía, como resultado de una misión encargada por el papa. Desde entonces se convirtió en consejero del que sería emperador y trasladó sus enseñanzas a la corte.

Alcuino mostrándole un libro a Carlomagno.

Alcuino enseñó a Carlomagno que “la memoria es la facultad de la mente que recuerda el pasado. La inteligencia es la facultad que permite entender el presente. La previsión es la facultad de percibir lo que ha de suceder”.

La influencia que alcanzó sobre Carlomagno y su entorno, le convirtieron en el guía cultural de la monarquía franca. Inspiró las reformas de la educación y la ortografía, cultivó la gramática, la retórica, la dialéctica y la aritmética, promovió la lucha contra la herejía adopcionista. En el año 796 se retiró a la abadía de San Martín de Tours, en donde reunió una importante biblioteca. Murió en el año 804.