Nueve líderes democráticos del movimiento de los Paraguas son acusados en Hong Kong de “conspiración y disturbio del orden público” por haber organizado en 2014 los sit-in en diversas partes de la ciudad. Ellos son, el académico y sociólogo Chan Kin-man, el profesor de Benny Tai y el pastor bautista Chu Yiu-ming, están entre aquellos que fundaron el movimiento para la democracia en Hong Kong, que terminó luego en el movimiento Occupy Central. Los otros acusados son parlamentarios y estudiantes. Cuando llegaron al juzgado, los nueve fueron recibidos por muchos seguidores, que llevaban paraguas y gritando eslogan como "Resistencia pacífica", "Quiero el sufragio universal!".
Por 79 días, a partir del 28 de septiembre de 2014, en sit-in paralizó las áreas centrales de la ciudad, reuniendo a centenares de miles de personas, sobre todo jóvenes. Este movimiento se volvió famoso por el alto civismo demostrado por los ocupantes que han tenido los espacios limpios, no ejercieron violencia, ni han provocado daños a la propiedad pública. El movimiento nació como respuesta a la decisión de Beijing de no permitir las elecciones directas del jefe del ejecutivo, poniendo en acto un mecanismo que dejaba a China el control de los candidatos. El proceso es un signo de la poca libertad que China está dejando a Hong Kong, que por otro lado debería regirse por el principio de “una nación, dos sistemas”, dejando al territorio una gran autonomía. Los nueve acusados podrían llegar a una pena de hasta 7 años de prisión.
Un grupo de políticos británicos preparó una moción que debería aprobar el parlamento inglés en el cual se condena al gobierno de Hong Kong que “usa vagas acusaciones y ambiguas de la ley para intimidar y silenciar a personalidades prodemocráticas”.
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