lunes, 5 de marzo de 2018

Si el cerebro deja de funcionar, la mente desaparece, pero el cerebro aún puede existir.


Para los científicos cognitivos, la palabra “mente” denomina esa parte de cada uno de nosotros que encarna nuestras ideas, esperanzas, deseos, recuerdos, creencias y experiencias. El cerebro por otra parte es un órgano del cuerpo, una colección de células y agua, sustancias químicas y vasos sanguíneos, que reside en el cráneo. La actividad del cerebro da origen a los contenidos de la mente. Los científicos cognitivos usan a veces la analogía de que el cerebro es como la unidad central de procesamiento, o el hardware, de un ordenador, mientras que la mente es como los programas, o el software, que la hace funcionar. Con esencialmente el mismo hardware pueden funcionar programas diferentes, de cerebros muy similares pueden surgir mentes distintas.

Neuroquímica
La impresión mayoritaria de los científicos hoy en día es que la mente es algo único y distintivo, separado de lo que constituye sólo un conjunto de procesos neuroquímicos. Tenemos la sensación de saber cómo es ser yo, cómo es lo de que yo esté leyendo un libro y cómo es lo de pensar en qué es ser yo. ¿Cómo puedo yo quedar reducido sin más a axones, dendritas y canales iónicos? Da la impresión de que somos algo más.

La mayoría de los científicos y de los filósofos
Ejemplar de un cerebro humano contenido en una tinaja.
contemporáneos creen que el cerebro y la mente son dos partes de la misma cosa, y algunos creen que la distinción en sí es errónea. El punto de vista predominante hoy es que la suma total de tus pensamientos, creencias y experiencias está representada en pautas de activaciones (actividad electroquímica) en el cerebro. Si el cerebro deja de funcionar, la mente desaparece, pero el cerebro aún puede existir, sin pensamiento, en un recipiente del laboratorio de alguien.

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