León XIII en la encíclica Immortale Dei escribe que la Providencia divina ordenó la naturaleza del hombre de tal modo que este naciera inclinado a asociarse y unirse a otros, en la sociedad doméstica y en la sociedad civil, que le proporciona lo necesario para la vida.
El Concilio Vaticano II (Const. Gaudium et spes) recuerda que “el hombre, por su íntima naturaleza, es un ser social, y no puede vivir ni desarrollar sus cualidades sin relacionarse con los demás”. “La sociedad es un medio natural que el hombre puede y debe usar para obtener su fin”. El Papa Pio XI en la encíclica Divini Redemptoris afirma que vivir en sociedad nos facilita los medios materiales y espirituales necesarios para desarrollar la vida humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario