Feodor Ingvar Kamprad, empresario sueco, fundador de IKEA,tiene seis mandamientos en los que basa su empresa y su filosofía. Sus trabajadores tienen que aprender lo siguiente: Solo mientras duermes no cometes errores. Divide tu vida en bloques de diez minutos y desaprovecha lo mínimo en insignificancias. La burocracia complica y bloquea. La planificación excesiva es la principal causa de muerte corporativa. Termina el trabajo que tienes pendiente cada día. Dormirás mejor. La felicidad no está en alcanzar tu objetivo, sino en la lucha que lleva a él. No existe lo imposible. Graba esto en tu cerebro, si algo es positivo para nuestros clientes, lo será también para nosotros a largo plazo. Ingvar Kamprad también cometió errores durante su vida, como reconoce con humildad. Durante treinta años fue alcohólico y en su juventud se dejó seducir por el nazismo. Consiguió vencer su adicción al alcohol y no solo se arrepintió de sus antiguas simpatías fascistas, sino que pidió disculpas por escrito a todos y cada uno de sus trabajadores de origen judío. Este empresario sueco archimillonario no es en absoluto una persona ostentosa. Para desplazarse alterna su coche Volvo de los años noventa y el transporte público. Jamás toma un avión si no es en clase turista. Siempre utiliza las hojas de papel por las dos caras para ahorrar y no se le caen los anillos por responder al teléfono a los clientes en la oficina. No se trata de cicatería, sino de una manera de ver las cosas, una filosofía, la austeridad y la humildad mantienen el cuerpo activo y la salud óptima.
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