Freeman Dyson,físico teórico y matemático, escribe: “¿Sabe usted?, lo esencial en la idea de dirigir el avance es que el jefe esté presente permanentemente en los lugares críticos. Sin esa presencia, las cosas no funcionan……..Sobre el ataque y la defensa, es llamativo el hecho de que la mayoría de la gente crea que el ataque cuesta más bajas. Ni que decir tiene que el ataque es la operación menos costosa… Esta cuestión es en realidad sobre todo psicológica. En el ataque solo hay tres o cuatro hombres de la división que lo llevan a cabo; todos los demás se limitan a seguirles. En la defensa cada hombre debe mantener su posición él solo. No ve a sus vecinos; se limita a ver si algo o alguien avanza contra él. A menudo no está en igualdad de condiciones. Ésa es la razón por la que suele ser eliminado fácilmente. Nada produce más bajas que una defensa fallida. Por consiguiente hay que atacar siempre que sea posible. El ataque tiene una desventaja, todas las tropas y todo el operativo están en movimiento y tienen que saltar. Esto es bastante fatigoso. En la defensa podemos buscarnos una buena madriguera y echar un sueñecito”.
“No puede haber esquemas fijos. Todo esquema, toda pauta, es un error. No hay dos situaciones que sean idénticas. Ésta es la razón por la que el estudio de la historia militar puede ser extremadamente peligroso. Otro principio que se deduce de éste es que nunca se debe hacer lo mismo dos veces. Incluso si algo nos funciona bien una primera vez, para la segunda el enemigo se habrá adaptado a la situación. Por lo tanto, hay que pensar algo nuevo. Nadie cree que se va a convertir en un gran pintor por el mero hecho de imitar a Miguel Ángel. De igual modo, no se puede llegar a ser un buen jefe militar sin más que imitar esto y lo otro. Tiene que salir de dentro. Según un último análisis, el mando militar es un arte: un hombre puede hacerlo, pero la mayoría nunca aprenderá. Después de todo, el mundo tampoco está lleno de pintores como Rafael.”
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