Finlandia ha conseguido ser considerado el país más feliz del mundo por Naciones Unidas cinco años consecutivos.Sin embargo también despunta según datos del Centro Europeo de Monitoreo para las Drogas y la Adicción a las Drogas, porque es el país europeo en el que el consumo de drogas causa más muertes entre la población joven. Casos como el de Niko, un joven de 25 años cuya historia recoge EuroNews en un reportaje, ilustran el relato de esa realidad paralela a la del título de país “más feliz del mundo”. “Cuando tenía 16 años, me prepara té de opio y comencé a consumir éxtasis, anfetaminas y luego vino todo el abanico de drogas”, explica. “Perdí a muchos amigos. Cuando tenía 20 años comenzaron a caer como manzanas de los árboles”,añade. Según el médico, escritor y político democristiano finlandés Pekka Reinikainen existe un vínculo entre esta situación y lo que él considera como un regreso al paganismo original del país. “Finlandia es hoy un país pagano. Los niños y los jóvenes no saben quién es Jesús. Como nación tenemos profundas raíces en el chamanismo, como muestra nuestro antiguo libro Kalevala. El cristianismo está sólo en la superficie. No más del 5% de los jóvenes creen que la Biblia es verdadera”. “Como consecuencia, los jóvenes han perdido la esperanza y el sentido de la vida y consumen drogas”.Los datos del Centro Europeo de Monitoreo para las Drogas y la Adicción a las Drogas apuntan a que Finlandia es el tercer país de Europa en número de muertes por consumo de drogas, solo por detrás de Suecia (también en los primeros puestos de la lista de países más felices del mundo) e Irlanda.
Otoño en un bosque finlandés |
En 2022 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señalaba que hasta 84 de cada 1.000 finlandeses consumen antidepresivos diariamente.“La felicidad está relacionada sobre todo con una buena seguridad social. El resultado es que hay unos 130.000 jóvenes que más o menos han abandonado la sociedad activa y no hacen nada que pueda ayudar a la sociedad. Esto es catastrófico para una nación de 5 millones de habitantes, donde ahora tenemos graves problemas, porque necesitamos trabajadores cualificados. Las cosas están realmente mal, porque nos falta un millón de personas menores de 50 años, como resultado del aborto que se hizo legal en 1970. Ahora se aborta a demanda. La tasa de natalidad ha caído peligrosamente. En 2022 fue la más baja jamás registrada”, asegura. Los partidos políticos, dice Reinikainen, “no saben qué hacer porque no comprenden las raíces del problema”. “Deben devolver la esperanza a las mentes de los jóvenes. Una razón para vivir. Hay que restaurar el matrimonio entre hombres y mujeres y los valores familiares. Los políticos están haciendo las cosas mal”.
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