A pesar de las promesas externas de trabajar por el desarrollo y el bienestar, China continúa utilizando las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial con fines represivos en su interior, como lo ha hecho en el pasado con la creación de “registros en línea” de sacerdotes, pastores e imanes para combatir el fraude. Un ejemplo de ello es el juicio celebrado el 28 de junio contra dos líderes cristianos acusados de fraude. Uno de ellos, Mu En, fue condenado a tres años y medio de prisión, mientras que el otro, Enoch Wang, recibió una condena de tres años y una multa de ocho mil y siete mil dólares estadounidenses, respectivamente. Las autoridades utilizaron tecnología para recuperar mensajes publicados en WeChat y así descubrir los nombres y las cantidades donadas durante los últimos cinco años. La acusación alega un fraude de aproximadamente 240.000 dólares. Sin embargo, según los activistas de ChinaAid, el juicio y la condena son un “intento deliberado” por parte de las autoridades comunistas chinas de fabricar cargos comerciales para “encubrir” la persecución religiosa, ya que “los dos cristianos condenados son totalmente inocentes”.
El pretexto de los “negocios ilegales” también fue utilizado por las autoridades chinas para atacar el centro educativo de la Iglesia de Shengjia, donde se llevó a cabo una redada el 24 de mayo que resultó en la detención de al menos cuatro personas. Entre los detenidos se encuentra el pastor Deng Yanxiang y tres colaboradores, quienes actualmente están recluidos en el centro de detención del distrito de Nanhai, en la ciudad de Foshan. Durante la redada, las fuerzas de seguridad registraron completamente el centro y confiscaron todo el material educativo.
Referencia: Asia News
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