Aristóteles rechaza el argumento de Platón de que la propiedad común elimina la discordia social, arguyendo que, al contrario, las personas que poseen cosas en común tienden a pelearse más que aquellas que las poseen personalmente. Ve la causa de la discordia social no en el esfuerzo por adquirir una propiedad sino en la naturaleza humana,“no es la posesión sino los deseos de la humanidad lo que debe igualarse”,de lo que se desprende que las desavenencias se eliminan mejor a través de la aceptación y no de la abolición de la propiedad privada.
Aristóteles basó su oposición a la propiedad común no sólo en el aspecto lógico sino, fundamentalmente, en su aspecto utilitario. Es impracticable porque nadie cuida adecuadamente los objetos que no son suyos.“Cuán inmensamente superior es el placer cuando un hombre siente que algo es suyo; porque ciertamente el amor a uno mismo es un sentimiento implantado por la naturaleza”. Las satisfacciones procedentes del amor a uno mismo son, entonces, la base de una buena sociedad.
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