La Corte Suprema de Estados Unidos emitió un fallo histórico al determinar que Harvard y la Universidad de Carolina del Norte infringieron la Constitución al considerar la raza como un criterio en el proceso de admisión. Se pone fin así la discriminación positiva. El fallo indica que “muchas universidades han determinado erróneamente durante demasiado tiempo que lo más fundamental en la identidad de un individuo no son los desafíos que ha superado, las habilidades que ha dominado o las lecciones que ha aprendido, sino el color de su piel.La historia constitucional de este país no tolera esa decisión”.
Hasta el día de hoy, las universidades podían utilizar la justificación de la diversidad en su alumnado para discriminar basándose en la raza en el proceso de admisión. Aunque esta práctica no podía ser reconocida abiertamente, los datos dejan en claro que es ampliamente extendida en casi todo el país. Una de las consecuencias de dicha práctica habitual es que los exámenes de acceso a las universidades han dejado de ser un factor clave para dicha admisión, de forma que muchos estudiantes blancos y asiáticos con mejores notas que los de las razas discriminadas positivamente, se quedaban fuera de los estudios universitarios, algo que ocurría muy especialmente en Harvard. El fallo advierte a los centros universitarios que “las universidades no pueden simplemente mantener el régimen que hoy consideramos ilegal solicitando ensayos a los estudiantes o empleando otros medios.”
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