El Catecismo de la Iglesia Católica, en lo que respecta al salario justo y sus circunstancias dice: “El salario justo es fruto legítimo del trabajo. Negarlo o retenerlo puede constituir una grave injusticia. Para determinar la remuneración justa se han de tener en cuenta a la vez las necesidades y las contribuciones de cada uno".
“El trabajo debe ser remunerado de tal modo que se den al hombre posibilidades de que él y los suyos su vida material, social, cultural y espiritual, teniendo en cuenta la tarea y la productividad de cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien común” (Gaudium et spes). El acuerdo de las partes no basta para justificar moralmente la cuantía del salario.
“El trabajo debe ser remunerado de tal modo que se den al hombre posibilidades de que él y los suyos su vida material, social, cultural y espiritual, teniendo en cuenta la tarea y la productividad de cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien común” (Gaudium et spes). El acuerdo de las partes no basta para justificar moralmente la cuantía del salario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario