Dibujo del Partenón de Atenas |
A lo largo de la historia los paises han tenido que inventar historias para hacer historia. Un ejemplo lo encontramos en Grecia. Lo primero que tuvo que hacer la nueva nación griega en 1833 fue la de inventar su propia historia. Los griegos se hicieron con un rey y hablaron de convertir el Partenón en su residencia. El proyecto de Karl Friedrich Schinkel para este palacio era un collage de edificios clásicos apiñados alrededor de su prototipo, el Partenón. Éste se dejó en ruinas a modo de memento mori, para recordar a la joven nación que todas las civilizaciones quedarían un día reducidas a ruinas. El proyecto de Schinkel simulaba una Grecia que nunca había existido. Su palacio era una lección de historia, ofrecida a una nación que no poseía historia propia alguna.
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