Tomás de Aquino desveló el núcleo de su hermenéutica filosófica: “El estudio de la filosofía no pretende saber qué opinaron los hombres sino de qué modo se alcance la verdad de las cosas”. El mejor Tomás de Aquino, aquel a quien W. Ullmann considera el fundador de la ciencia política propiamente dicha y en quien algunos estudiosos ven un precedente del moderno Estado democrático, ese intelectual cristiano procede directamente del Aristóteles político. Valga un solo ejemplo de esta huella, magnífico ciertamente por el espíritu democratizante que lo anima: “Respecto a la buena ordenación de los gobernantes en una ciudad o nación, hay que atender a dos cosas. Primero, que todos tengan alguna parte en el gobierno, pues por ello se conserva la paz del pueblo, y todos aman un orden semejante y se hacen sus defensores, como se dice en el libro II de la Política. En segundo lugar, hay que atender a la forma del régimen político, o sea, de la organización de los poderes. Existen diversas clases de régimen político, según enseña Aristóteles en el libro III de la Política. Las principales son, sin embargo, la monarquía, en que uno solo gobierna según la virtud, y la aristocracia, es decir, el gobierno de los mejores, en donde gobiernan unos pocos según la virtud. Por consiguiente, el mejor orden político en cualquier ciudad o reino será aquel en que uno solo sea puesto al frente del Estado y gobierne a todos según la virtud, y subordinadamente a él colaboren otros magistrados, y, no obstante, tal poder pertenezca a todos, en cuanto todos pueden ser elegidos y todos también pueden elegir. Tal es, en efecto, el mejor Estado; el bien combinado de monarquía, en cuanto que uno está al frente, de aristocracia, en cuanto muchos ejercen el poder según la virtud, y de democracia, o sea, de gobierno popular, en cuanto que los gobernantes pueden ser elegidos de entre la muchedumbre del pueblo y al pueblo pertenece la elección de los gobernantes (ad populum pertinet electio principum)”. La teoría política esbozada por Tomás de Aquino se aleja conceptualmente de la doctrina teocéntrica dominante hasta entonces en el mundo medieval latino.
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