Geoffrey West ha mostrado que el proceso de urbanización genera tanto economías de escala (en infraestructuras) como rendimientos de escala crecientes (en creatividad humana). “Las ciudades son… la causa de que se viva bien. Son los centros de creación de riqueza, creatividad, innovación e invención. Son los lugares apasionantes. Son los imanes que atraen a la gente”. West identifica dos notables regularidades estadísticas. Que “toda cantidad infraestructural… desde la longitud total de las carreteras hasta la longitud de las líneas eléctricas, pasando por la longitud de las conducciones de gas… se escalaban del mismo modo que el número de gasolineras”. Es decir, que cuanto más grande era una ciudad, menos gasolineras per cápita se necesitaban; una economía de escala con un exponente bastante constante de alrededor de 0,85 (lo que significa que, cuando la población de una ciudad crece en un 100 por ciento, necesita incrementar el número de gasolineras per cápita en solo un 85 por ciento) y que cuanto mayor es la ciudad, más salarios cabe esperar, más instituciones educativas, más eventos culturales, más patentes producidas, más innovadora resulta, etcétera.Si doblas el tamaño de una ciudad de 50.000 a 100.000 habitantes, de un millón a dos millones, de cinco a diez millones… obtienes sistemáticamente un incremento aproximado del 15 por ciento en productividad, patentes, número de instituciones de investigación, salarios [per cápita]… y obtienes sistemáticamente un ahorro del 15 por ciento en longitud de carreteras e infraestructuras generales.Hay asimismo un abanico desproporcionadamente más amplio de posibles empleos en los que trabajar.
Referencia:Geoffrey West, Why Cities Keep Growing, Corporations and People Always Die, and Life Gets Faster.
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