Para Rolland Munro, el concepto de “melancolía” en su uso actual “describe no tanto un estado de indecisión, una vacilación entre un camino u otro, sino más bien la tendencia a alejarse de esa encrucijada, abstenerse de la división misma”. Es sinónimo del “desapego” a “todo y a nada específicamente”. Ser “melancólico” es poder sentir “la infinidad de conexiones, sin quedar enganchado en ninguna”. Resumiendo, la “melancolía” se refiere a “una forma sin un contenido, el rechazo a saber sólo esto o sólo aquello”. Yo diría, dice Zygmunt Bauman, que la idea de “melancolía” se refiere al fin de cuentas a una dolencia genérica de los consumidores (el homo eligens por decreto de la sociedad de consumo), a una perturbación resultante del choque fatal entre la obligación-compulsión-adicción a elegir y la incapacidad para hacer esa elección. En el léxico de Simmel, representa la transitoriedad prefabricada y la insubstancialidad artificial de los objetos que flotan, se hunden y vuelven a emerger en esa marea de estímulos. Es sinónimo de la insubstancialidad que en el comportamiento del consumidor se manifiesta como gula omnívora y glotonería indiscriminada.
Andrew Oswald del Financial Times sugiere que a los habitantes de países ricos y altamente desarrollados, con economías basadas en el consumo, la riqueza no les ha concedido felicidad.Por otra parte, escribe Zygmunt Bauman, también hay que decir que ese fenómeno negativo y las causas del malestar y la infelicidad, como el estrés o la depresión, horarios de trabajo extensos y antisociales, el franco deterioro de los vínculos, la falta de autoestima y la desesperante incertidumbre de no saber si uno está a salvo y en “lo correcto”, tienden a crecer en frecuencia, volumen e intensidad……Una economía orientada al consumo promueve activamente la desafección, socava la confianza y profundiza la sensación de inseguridad, hasta convertirse ella misma en una fuente de ese miedo ambiente que prometía curar o ahuyentar, ese miedo que satura la vida líquida moderna y es la causa principal del tipo de infelicidad propio de esta época.
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