Polis griega |
Toda civilización que ha formado ciudades tiene su propio concepto de la ciudad ideal y una terminología específica para designar las distintas clases de ciudades. El dushii chino no es lo mismo que una polis griega o una township inglesa, y en las evoluciones de largo plazo,como la que va de Bizancio a Estambul, pueden sucederse imágenes urbanas del todo distintas. Las diversas culturas urbanas han formado cada una su propia interpretación de la ciudad y el carácter urbano. Así, las ciudades son la expresión concentrada de una civilización particular, lugares en los que la creatividad de las sociedades se expresa con la mayor claridad. En el siglo XVIII, y todavía en el XIX, nadie habría podido confundir Pekín y Agra, Edo (rebautizada como Tokio en 1868) y Lisboa, Isfahán y Tombuctú. En la ciudad reconocemos dónde estamos antes que en el pueblo. La arquitectura urbana hace más visible que casi cualquier otro ámbito la singularidad de cada civilización. El carácter cultural se hace piedra. Solo el crecimiento de las megaciudades,uno de los procesos más importantes de la historia social en la segunda mitad del siglo XX, ha rebajado esta personalidad urbana, típica de cada civilización, escribe Jürgen Osterhammel, profesor de la Universidad de Konstanz.
En las ciudades se concentran el saber, la riqueza y el poder. Aquí la vida ofrece oportunidades para los ambiciosos, curiosos y los desesperados.Los imperios se gobiernan desde ciudades, los sistemas globales se dirigen desde ciudades. El mundo financiero internacional, se dirige desde Londres; la Iglesia católica, desde Roma; el sector de la moda, desde Milán o París. Tras la caída de las civilizaciones, lo que a menudo se preserva en el recuerdo forjador de mitos de la posteridad son las ciudades; Babilonia, Atenas, la Jerusalén del Primer Templo, el Bagdad de los califas, la Venecia de los duces. La ciudad nace antes de la era contemporánea y es, al mismo tiempo, la cuna de la modernidad.
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