Todo el mundo obtiene lo que quiere, pero lo que quiere de verdad, no lo que dice que le gustaría tener. Lo que obtiene mediante un sacrificio sin reservas, con la obstinación infatigable, venciendo la pereza y sin detenerse en escrúpulos. Las circunstancias no pueden servir como excusa más que para los fracasados. Los fracasados son los que se rinden, los que no han recibido ningún mensaje o no lo han considerado lo suficientemente valioso, escribe Nicolae Steinhardt.
El consuelo es otro. Lo expresa el dicho inglés que dice que no es importante vencer, lo importante es luchar hasta el final. Sin embargo, dice Steinhardt, en el cristianismo tienes que vencer. En el cielo solo entran los que han vencido en la guerra contra Satanás.
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