domingo, 13 de marzo de 2022

Ser niño en Ucrania

Los niños ucranianos huyen de la barbarie de la agresión rusa y cruzan, con gorros de lanas para hacerle frente al invierno, las fronteras polaca, moldava y rumanas, donde las bombas no pueden llegar. Son un millón de niños que huyeron de la guerra hasta ahora. Un número difícil incluso de imaginar, un éxodo inconcebible en Europa hasta hace unos días. "Una oscura primera vez en la historia", escribe en Twitter James Elder, portavoz de Unicef, al anunciar que "un millón de niños huyeron de Ucrania en menos de dos semanas". 



De las imágenes de televisión, de los vídeos en las redes sociales, de las fotos se ven niños refugiados mirando con los ojos bien abiertos, entre el miedo y el asombro. También aparecen bebés en brazos de madres porque sus padres se quedaron luchando.Entre esas historias, se encuentra la de Sofía, de 13 años, hermana de Polina y Semyon, de 10 y 5 años, asesinados junto con sus padres en Kiev. Es la única sobreviviente de su familia, que llegó con su abuela al San Raffaele de Roma con heridas de bala y tetraparesia. También la de un niño de 11 años que partió solo de Zaporizhzhia y llegó a la frontera eslovaca con su gorra negra y azul, una bolsa de plástico, un pasaporte y en la mano el teléfono de su madre viuda, quien no pudo dejar sola a la abuela inmovilizada.

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