K. Anders Ericsson, psicólogo sueco y profesor de psicología en la Florida State University, utiliza la investigación empírica para llegar a saber qué parte del talento es natural y cómo se adquiere el resto. Su conclusión es que la característica que normalmente llamamos talento bruto está muy sobrevalorada. “Mucha gente cree que ha nacido con algunas dotes inherentes, pero hay sorprendentemente pocas pruebas de que alguien pueda alcanzar algún tipo de rendimiento excepcional sin haber pasado muchísimo tiempo perfeccionándolo”, dice Ericsson. O dicho de otra manera, los expertos en una actividad, ya se trate de jugar al fútbol, tocar el piano o programar ordenadores, casi siempre se hacen, no nacen.
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