La nación española no ha brotado de un derecho de autodeterminación

En 1935, el periódico El Sol denunciaba la situación a que se había llegado: “Los españoles vamos camino de que nada nos sea común, ni la idea de patria, ni el régimen ni las inquietudes de fuera y de dentro y mucho menos los postulados de convivencia nacional”. El diagnóstico era exacto, y la guerra civil fue su amargo fruto. Hoy nos encontramos en una situación no del todo disímil,manifiesta Pío Moa, y el resultado solo puede ser una creciente inestabilidad e inseguridad en el futuro, una dispersión de energías y la dificultad para hacer frente a los retos y a los intereses de otros países.

La nación española no ha brotado de un nacionalismo previo ni de un derecho de autodeterminación, sino que se ha ido configurando de forma espontánea en un proceso de siglos y venciendo obstáculos enormes que pudieron causar su desaparición.