La astrofísica norirlandesa Jocelyn Bell Burnell cuenta como las galaxias, las estrellas, los agujeros negros… producen ingentes cantidades de energía. Esa energía puede transmitirse en muchos formatos. Una fuente evidente de energía es la luz visible. Pero, del mismo modo que la energía de una hoguera se descompone en luz, calor, humo, sonido…, la terrible explosión energética de un fenómeno cósmico también puede obtener diferentes formas: rayos X, rayos gamma, ondas de radio… Las emisiones de radio de los acontecimientos más lejanos que ocurren en el espacio llegan a la Tierra muy debilitadas. La señal actual de un teléfono móvil, por ejemplo, es miles de millones de veces más potente que el “sonido” que nos alcanza de la explosión de una estrella después de pasar miles de millones de años viajando por el Universo. Aun así, las antenas de los radiotelescopios pueden ser capaces de detectarla y, a partir de su información, los científicos pueden inferir qué tipo de astro la ha originado……Los ojos humanos solo responden a una pequeñísima fracción de la familia de radiaciones estelares. En cierto sentido, somos invidentes para el cosmos. Pero los astrónomos hemos aprendido que las estrellas, las galaxias, los planetas… nos hablan en muchos idiomas diferentes. Así que, si tú tienes la suerte de contar con el telescopio adecuado, puedes comunicarte con el cielo.
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