José Javier Esparza, ensayista español, opina que el islamismo no define por entero al islam, pero procede de él y solo por él se explica. Lo que entendemos por islamismo es la pretensión, en nombre de la ortodoxia religiosa, de extender el gobierno de la ley coránica a todas las esferas de la vida (empezando por la política), lo cual, por otra parte, guarda perfecta coherencia con la letra y el espíritu del Corán.
Y añade Esparza que el yihadismo viene de yihad, palabra árabe comúnmente traducida como guerra santa, es decir, la imposición del islam por la fuerza de las armas. En realidad, yihad significa propiamente lucha o esfuerzo y es una de las obligaciones capitales de cualquier musulmán. Su interpretación en términos literalmente bélicos es discutible. Muchos sostienen que en realidad se trata de una lucha espiritual interior. Según la interpretación más habitual, hay una yihad mayor, que es la lucha personal por mejorar a ojos de Dios, y hay una yihad menor, que es el combate físico contra los enemigos del islam. Pero, en cualquier caso, la interpretación bélica cuenta con numerosos avales en la propia órbita cultural islámica, máxime cuando el propio Corán abunda en prescripciones de orden guerrero. El yihadista, pues, es un islamista que opta por la lucha armada para imponer su fe. No todos los musulmanes son islamistas. No todos los islamistas son yihadistas. Pero es un hecho que los yihadistas se han convertido, a ojos de muchos musulmanes de hoy y de siempre, en la auténtica vanguardia del islam.
No hay comentarios:
Publicar un comentario