Cuenta Don Marcelino Menéndez Pelayo que las logias del rito escocés, que se extendieron por Nueva España como red inmensa, descollando entre ellas la titulada El Sol, a la cabeza de la cual figuraron D. José Mariano de Michelena y don Miguel Ramos Arispe.
Don Marcelino en su libro Historia de los heterodoxos españoles añade que “el pronunciamiento de Veracruz en 1835 en Mexico, acaudillado por Santana y Gómez Farías, volvió a dar el triunfo a los yorkinos*, que arrojaron del país a los principales escoceses y dieron rienda suelta al más desatado radicalismo antiespañol y antieclesiástico. “De grado o por fuerza, escribe el Dr. Mora, sometieron todos los poderes públicos a la acción e influjo de asociaciones no reconocidas por las leyes y anularon la federación por la violencia que hicieron a los estados y la necesidad imperiosa en que los pusieron de reconocerlos por centro único y exclusivo de la autoridad pública. Los poderes supremos y el clero y la milicia fueron todos, más o menos, sometidos al imperio de uno y otro de estos partidos”. Ni más ni menos que en España en 1820, y aun peor, por tratarse de una sociedad nueva y con menos elementos de conservación y resistencia. Toda la posterior historia de México, sellada con la sangre de Maximiliano, está contenida en estas premisas. Donde triunfa el espíritu faccioso, nutridor y fomentador de toda ambición desbocada, puede esperarse la revolución artificial que consume y enerva, aunque tumultuariamente excite al modo de los licores espirituosos, nunca la evolución, interna y fecunda. De dos maneras contribuyó el liberalismo de la Península a la pérdida de las Américas, diremos con el Sr. Roa Bárcena, nada adversario ciertamente de la independencia de su país, aunque católico y amigo de los españoles: “difundiéndose en las masas los gérmenes de filosofismo y anarquía que encerraban las leyes de las Cortes de Cádiz… y haciendo al mismo tiempo que los elementos conservadores se agrupasen en torno del estandarte de la independencia para guardar las instituciones y costumbres, cuya desaparición se creía segura si se prolongaba nuestra dependencia de la metrópoli”.
*La logia yorkina, rito yorkino, o rito de York, es una rama de la masonería
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