Tanques soviéticos T-26 |
Cuenta Stanley Payne que los tanques soviéticos T-26 de nueve toneladas, con su pesadísimo blindaje y cañones de 45 mm, superaban con claridad al pequeño número de vehículos de blindaje ligero que Franco había recibido de los italianos. A pesar de todo, los ataques republicanos resultaban fallidos, porque las fuerzas republicanas adolecían de la formación imprescindible para coordinar la infantería de asalto y la artillería en un avance rápido; esta fue una debilidad que el Ejército Popular nunca pudo resolver. La infantería de los nacionales respondió a los ataques improvisando armas inflamables (botellas llenas de gasolina u otros líquidos incendiables) que arrojaba contra los tanques soviéticos; tres años más tarde, el Ejército finlandés, utilizando la misma técnica contra los soviéticos, llamaría a ese artefacto “cóctel Molotov”, burlándose del nombre del ministro de Exteriores de Stalin.
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