La discreción en el hablar es uno de los grandes valores que caracterizan a los hombres de bien. “Hay que juzgar prudentemente las distintas ocasiones, dice Gregorio Magno, de manera que cuando la lengua deba moderarse no se deslice por palabras inútiles, ni cuando pueda hablar constructivamente deje de hacerlo por pereza”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario