El periódico del gobierno norcoreano, Rodong Sinmun escribió que el pueblo de Corea del Norte está “airado” con sus primos del Sur, a quienes culpa por no haber impedido que grupos de disidentes norcoreanos hicieran caer del aire, al otro lado de la frontera, volantes en los que se difama al régimen de Kim Jong-un. Pyongyang interrumpió las comunicaciones militares y diplomáticas con el Sur, como represalia por el lanzamiento, mediante globos aerostáticos , de material de propaganda. Para Corea del Norte, con ello, Seúl ha violado los acuerdos de paz del 2018 y debe ser tratada como un “enemigo”. Kim Yo-jong, hermana del hombre fuerte de Pyonyang, ha prometido ulteriores represalias. Los norcoreanos podrían desmantelar el área industrial intercoreana de Kaesong, que se encuentra clausurada desde el 2016, tras comprobarse un ensayo con misiles.
Si la administración Trump no deja de inmiscuirse en los asuntos intercoreanos, Corea del Norte está dispuesta a tomar acciones “aterradoras” durante las elecciones presidenciales de noviembre en los Estados Unidos. Fueron las declaraciones de Kwon Jong-gun, el director del Departamento de asuntos americanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Pyongyang, sin brindar ulteriores detalles. En su amenaza, el alto funcionario norcoreano aludió al disgusto expresado por Washington por la decisión de Corea del Norte, de interrumpir las comunicaciones militares y diplomáticas con el Sur.
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